Carnaval del bueno

Desde niña siempre pensé en el Carnaval como la época en la que todos aprovechábamos para ser lo que no éramos. Y, ahora, luego de bien entrados algunos años en mi vida, y con ellos algunos conocimientos, me doy cuenta que mi intuición infantil no estaba muy errada.

Al escudriñar un poco en el origen del carnaval surgen una multitud de ramificaciones. En principio se cree que el Carnaval tiene su origen en fiestas paganas como las bacanales que se hacían en honor a Baco, Dios del vino; las saturnalias, en honor a Saturno, Dios de la siembra y las cosechas; y en las lupercalias romanas, en honor al Dios Pan, así como las que se realizaban en honor del buey Apis en Egipto. A todas estas, hay fuentes que aseguran que la etimología de la palabra “carnaval” pudiera provenir de “carrus navalis” (carro naval) como llamaban los romanos al barco sobre ruedas que transportaba en las bacanales, mismo que pudiéramos ver como los antecesores de las actuales las carroza.

Para añadir más votos al origen pagano del Carnaval, fines del siglo XX varios autores relacionaron el nombre de la festividad el de Carna, diosa Celta de las habas y el tocino; al mismo tiempo se supuso que podría tener conexión con las fiestas indoeuropeas dedicadas al dios Karna (un ser humano, hermano mayor de los Pándavas, hijo del dios del Sol y la reina Kuntí). Asimismo no faltan personas que creen que la palabra “carnaval” hace referencia directa a una supuesta tradición pagana en la que se ofrecía “carne” al semítico dios Baal (“carna-baal”) en medio de una fiesta en la que todo valía.

Por si fuera poco, el cristianismo –que no dejó al parecer nada intacto- en la Edad Media propuso cambiar la etimología de la palabra a “carnem-levare o carnelevarium”, que significaba “abandonar la carne”, lo cual implicaba, además, una prescripción obligatoria durante todos los viernes de Cuaresma. No obstante, el mandato de recogimiento, previo a la Cuaresma, fue de una curiosa manera interpretado por el vulgo que prefirió “abandonarse a” en lugar de “abandonar-la”.

Sea cual fuere el origen de su nombre, el caso es que esta fiesta popular de carácter lúdico, entraña un sentimiento de liberación que pareciera estar permitido solo si se está protegido por el escudo del disfraz, tradición que ha permanecido hasta nuestros días. Otra costumbre muy asentada en esta celebración es la elección del rey Momo. Recientemente, mi colega Alba Cecilia Mújica, en el espacio que conduce junto con Verónica Rasquín y Marisabel Párraga (Mujeres en Todo) en Globovisión, me preguntó sobre esto, y lo cierto es que la aparición de “Momo” en el carnaval es incierto. En algunas fuentes que consulté aseguraban que “Momo” era una suerte de dios menor del Olimpo, hijo de Nix y Hipnos, encargado del divertimento de los demás dioses. Mordaz y sarcástico, hacia burla de algunos dioses, lo que no siempre fue recibido con beneplácito, motivo por el cual, eventualmente fue desterrado del Olimpo.

Sin embargo, como señalé antes, no hay nada certero en esto. Pero, si se estudia detenidamente las características atribuidas a “Momo”: jocosidad,  goce, sarcasmo, ironía y burla inteligente, podría decirse que Momo pudiera ser la tercera cara de Baco. En todo caso, provenga de donde provenga, si tiene la oportunidad déjese llevar por esta “fiesta de locos”, y dese permiso –hasta el miércoles de ceniza- de ser quien quiera en Barranquilla, Colonia, Río de Janeiro, El Callao, New Orleans, Tenerife o Venecia.

Elegantes Carnavales. Los 12 días de celebración del carnaval de Venecia, como lo conocemos hoy, surgió a partir del siglo XVII, pero la tradición de esta celebración proviene del XI.  Entonces duraba seis meses, desde el primer domingo de octubre hasta que empezaba la cuaresma, y la nobleza se disfrazaba para salir a mezclarse con el pueblo. “Las maschera nobile” careta blanca con ropaje de seda negra y sombrero de tres puntas, son el recuerdo latente de esa época.

Durante un tiempo la fastuosidad de este carnaval se perdió, pero en 1979, gracias a un grupo de comerciantes el glamour de antaño volvió, junto con las noches con bailes en salones y las “compagnie della calza” (comparsas) realizadas a manera de desfiles por la ciudad. Si bien en Venecia, los disfraces se venden durante todo el año, en carnaval en la plaza “Campo San Mauricio” se coloca una carpa en la que artistas muestran cómo se hacen las máscaras, que son auténticas obras maestras, y las venden, hay para todos los gustos.

Carnaval a la alemana. El carnaval de Colonia, se inician el 11 de noviembre a las 11:11 en el Alter Markt, pero la fiesta en sí sucede en febrero. La celebración comienza con el Weiberfastnacht, día en el que las mujeres asumen el rol principal y reciben las llaves de la ciudad de manos del alcalde. Sin embargo, el día más importante es el Rosenmontag (lunes del Carnaval) Este es el día de los desfiles por las calles al ritmo de las típicas canciones de carnaval. Algo muy interesante es que cada año el Comité del Carnaval de Colonia (fundado en 1823) designa a los tres representantes la celebración: la doncella, el príncipe y el campesino (die “Jungfrau”, der “Prinz” y der “Bauer”) Para obtener estas distinciones pagan una gran suma de dinero.

Los más grandes del mundo. Muchos no saben que dentro de Brasil hay dos grandes festividades de Carnaval: la de Salvador de Bahía y la de Río de Janeiro. La primera es una de las mayores fiestas del mundo, mientras que la segunda se desarrolla en un Sambódromo.  En Bahia el carnaval comienza un jueves, 6 días antes del miércoles de ceniza, y la atracción principal de esta festividad son los tríos eléctricos, que son enormes camiones con luces y sonido, en los cuales cantan y bailan agrupaciones. Siguiendo al trio eléctrico, está el bloco que es un conjunto de personas que pagan una suma de dinero para poder participar del mismo. Estas personas están identificadas con una camisa  llamada abadá, que las distingue de las demás y les permite disfrutar del show en primera fila.

El carnaval de Río de Janeiro es uno de los más famosos del mundo. Realizado en el Sambódromo, esta celebración se caracteriza por la vistosidad de los desfiles de las escuelas de samba participantes, las cuales a barrios cariocas y ciudades del Estado fluminense. Estas escuelas que deben cumplir con un exigente reglamento, participan en un reñido certamen en el que un jurado otorga calificaciones por cada aspecto exhibido en el desfile. La escuela que reúne mayor puntaje se alza con corona campeona.

A ritmo de Calipso. Los carnavales más famosos de Venezuela tienen un tinte transcultural y se lo debemos a la gran cantidad de inmigrantes de las Antillas británicas y francesas, que llegaron al Callao con la fiebre del oro.  Estos trajeron consigo el calipso, género musical que tomó sus propios rasgos y se convirtió en el centro de la celebración del Carnaval en el Estado Bolívar.

El calipso no fue sólo internó en la cultura guayanesa, sino que tomó características propias como: sus fuertes letras, el tono picaresco con que narra sucesos locales y la utilización de instrumentos venezolanos como el cuatro y las maracas. Con este ritmo del también vinieron los personajes que pueblan las comparsas de disfraces del carnaval las Madamas, los Diablos y los Mediopinto.

Las Madamas son personajes femeninos que visten ropajes vistosos al estilo de las matronas de Guadalupe y Martinica; los diablos, por su parte, llevan ropas de color rojo y negro, máscaras y tridentes, que usan para abrir paso a las comparsas, y los Mediopinto son personajes que deambulan en medio del desfile, solos o en grupo, con el rostro y las manos pintadas de negro.

Carnaval como patrimonio. El Carnaval de Barranquilla fue declarado Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2003, porque es una festividad que congrega las tradiciones indígenas, africanas y europeas. La fiesta de 4 días, se inicia con el gran desfile de carrozas conocido como la Batalla de Flores y prosigue el lunes de Carnaval con la Gran Parada de Fantasía (desfile de disfraces de fantasía) y el Festival de Orquestas.  Este concluye con el desfile de la calle 84, la muerte de Joselito (personaje que representa el fin del Carnaval) y el concurso de letanías.

Otra celebración carnavalesca que ha merecido la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Unesco (2009) es  el Carnaval de Negros y Blancos. Esta es una de las fiestas más antiguas del sur de este país y la versión que se conoce en la actualidad data de 1912. A diferencia del de Barranquilla se celebra entre el 4 de enero y 6 de enero, y en sí la festividad conmemora una serie de tradiciones locales cuyo origen se relaciona con antiquísimos rituales de la cultura agraria, en la que se rendía honor a La Luna para que esta amparase sus cultivos.

En sí este carnaval tiene cuatro etapas: el pre-carnaval, el carnavalito, la llegada de la familia Castañeda, el día de los negros y por último el día de los blancos. El 5 de enero que es el Día de los Negros, y se conmemora el día en que los esclavos tenían libre para divertirse. Para rememorar esto, ese día la gente juega en las calles y en los lugares públicos a pintarse de negro. Al día siguiente, el 6 de enero, se celebra el Día de los Blancos, las personas se pintan de blanco -generalmente con talco o harina. La atracción principal de esta fiesta es un gran desfile que recorre el centro de la ciudad de Pasto (capital de Nariño) y parte de la periferia, llamado "Sendero del Carnaval".
Al son de la Tumba. El carnaval de Curaçao lo que conozco muy de cerca, pues tuve la invitación hace muchos años de la oficina de Turismo. Esa fue una oportunidad maravillosa para conocer la isla, disfrutar sus playas y por supuesto, empaparme un poco de su cultura.

El carnaval de Curaçao tiene un calendario completísimo de celebraciones que puede durar hasta celebrar durante 2 meses. Algo que no tiene desperdicio es el Festival de Tumba. En este, compositores locales, cantantes y bandas compiten para que su pieza sea seleccionada como canción oficial del año en la Marcha Callejera. El ganador se corona como el Rei di Tumba (el Rey de Tumba).

Otros atractivos de este carnaval son el Desfile Ecuestre, la Gran Marcha y la Elección de la Reina, el Rey Momo, el príncipe y el pancho. Esta elección es bien particular por la significación de cada uno de los personajes: la Reina es la representación de la fertilidad y la paz; el por su parte Rey es símbolo de todo lo contrario (infertilidad, pecados y hasta mala suerte), de hecho, es común que se haga un muñeco representativo del Rey de Carnaval el cual es quemado en una suerte de ritual al fin del carnaval. El Príncipe y el Pancho son los grandes líderes el bullicio y la algarabía de este colorido carnaval. El cierre de la festividad se realiza,  el martes de Carnaval, con un último desfile, la Marcha Nocturna de Despedida.  En esta hay desfiles de carrozas alegóricas adornadas con luces brillantes.

Comentarios

Entradas populares